Los diarios de mi padre Jacinto Higueras Cátedra, 1941-2006

por su hija Ana Higueras, 2014

Con motivo de la celebración del centenario de mi padre Jacinto Higueras Cátedra (1914-2009) que ha organizado en octubre-noviembre de 2015 el Instituto de Estudios Giennenses y la Diputación de Jaén con una gran exposición con 53 obras todas y la edición de un gran libro “Jacinto higueras Cátedra, escultor. 19014-2009”, revisé la documentación que teníamos de mi padre y vi la necesidad de revisar y completar su catálogo de obras y su biografía leyendo los diarios que había escrito entre 1941 y 2006, hay unas anotaciones sueltas en un diario de 2008, también conservamos un librillo de 1936 donde escribe del 18 al 22 de julio, su participación en la primera contienda de la Guerra Civil, en el Alto de los Leones, en la Sierra de Guadarrama.

Me armé de valor y empecé a leer estos diarios con detenimiento y tomando notas de lo fundamental, ocupación a la que dediqué varios meses. La tarea no fue fácil, primero por descifrar la letra de mi padre, en ocasiones, muy pequeña y segundo por adentrarme en un mundo privado que desconocía, aunque al final resultó ser una de las experiencias más intensas de mi vida.

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Sabíamos que mi padre escribía los diarios de forma muy sucinta y sólo para recordar lo que hacía en el día, sin ningún afán de protagonismo o trascendencia, aunque, sin él saberlo, estos diarios han sido fundamentales para aportar documentación muy valiosa para la “Biografía cronológica” que he escrito y la revisión y actualización que también he hecho de su “Catalogo completo crítico de obras”.

Mi padre describe con toda clase de detalles cuando empieza a modelar una obra, cuando la termina, cuando la vacía en escayola o en cemento, las mezclas de pátinas que hace o cuando pasa estas obras a materia definitiva, bronce, madera o piedra, entre otras, que en el caso de ser obra de creación libre la mayoría de las veces lo hace años después.

Se distinguen con claridad dos etapas, de los primeros años hasta finales de los años 60 más dedicado a la realización de obra religiosa, algunas de gran envergadura como La Virgen de la Caridad para Escombreras, Virgen de la Luz, relive tallado en plexiglás y Virgen de la Luz corpórea, encargos del arquitecto Fernando Urrutia, San Juan Bosco para la Iglesia de Las Calatravas en Madrid, Santa Teresa para la fachada de la Iglesia de Santa Teresa y Santa Isabel en Madrid o Jesús Maestro para el Seminario de Sorocaba, distrito de Sao Paulo, Brasil, y el Monumento a la Virgen del Collado, en Santisteban del Puerto, además de las imágenes para la Iglesia de Pont de Suert en Lérida, San Nicolás del Grau en Gandía, encargos del ingeniero Eduardo Torroja, las imágenes de la Virgen de Belén y San Roque para la Parroquia del mismo nombre en Jaén, las imágenes de Capilla de las Monjas Mexicanas, encargo este de Miguel FIsac, en Madrid, o varias imágenes para el Obispado de Sigüenza, entre otros, además de Pasos procesionales para Cañete de las Torres en Córdoba, Santisteban del Puerto en Jaén y en Jaén mismo. En estos años también realiza varios Monumentos y Bustos, como Busto de su mujer Ana Mª Rodríguez Aragón, 3ª Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1948, Cabezas de sus Hijas Ana y Lola, Cabeza de su padre Jacinto Higueras Fuentes, Monumento a Benito Pérez Galdós en Madrid, Monumento a Jacinto Higueras y Monumento al Artillero Gabot en Santisteban del Puerto,  Cabeza del doctor Gregorio Marañón, Premio Diputación y Ayuntamiento de Segovia en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1962, Cabeza del ingeniero Eduardo Torroja y Monumento para el Instituto Torroja en Madrid, Busto de Joaquín Turina para el Conservatorio madrileño o las Cabezas de su hermano Modesto Higueras Cabeza y de su sobrino Horacio Rodríguez Aragón, entre otras. También realiza en estos años varios trofeos para organismos oficiales.

De finales de los años 60 en adelante realiza poca obra religiosa y más obra de creación libre como Toro, El Regreso, Matrimonio torero, Premio Ayuntamiento de Estepona en la VI Bienal de Arte de Marbella de 1981, Yudoka, Strip tease, Mujer negroide , Hale Hop, Adán, Bailarina, Torero de Capea , Torero de Tronío, Cuerda de Presos, Retrato de familia , Abuela y nieto, que realiza en bronce, y Hombrarium, San Francisco de Asís, ejemplo de escultura habitable, Furia encadenada, La Cultura, tamaño mediano, Dante, Don Fabila, El Otro Arcángel, realizadas en madera, o Miocardio en poliéster, entre otras, y obras de gran envergadura como el Monumento al Minero en Guardo, su obra de mayor envergadura y La Cultura escultura monumental para el nuevo Toledo, encargos del arquitecto Antonio Espinosa, Fuente con dos Figuras de Mujer con cántaro de pié y sentada para la Avda. de Oporto en Madrid o El Regreso su última escultura monumental para la Universidad de Jaén en 2001, además de realizar Bustos, como los que hace en 1971 para la Escuela Superior de Canto de Madrid, de Joaquín Turina, Manuel de Falla, Tomás Luis de Victoria y Cabeza del Rey Juan Carlos I, y varios Monumentos y Cabezas como Monumento a Jacinto Higueras Fuentes en Jaén, con la cabeza que él hizo de su padre, Cabeza del Alcalde Marcial Medina, Cabeza de su nieto Jaime, Cabeza del arquitecto Antonio Espinosa, Monumento al marino Manuel Quimper para Sooke en Canadá, Busto de su nieto Jaime del Val, Monumento al Profesor García Morente para Arjonilla, Jaén, 2 Bustos del aviador y marino Pedro María Cardona Prieto para el Museo Naval de Madrid y para la Fábrica de Artillería Empresa Nacional Bazán en San Fernando de Cádiz, Cabeza del Rey Juan Carlos I para el Ministerio de Agricultura en Madrid o Busto del marino Fadrique Álvarez de de Toledo y Mendoza para la Escuela Naval de Brasil, Isla de Villegagnon, en Rio de Janeiro, su última obra en 2001.

Realiza entre 1943 y 2001 cerca de 380 obras, entre Obra religiosa, Cabezas y Bustos, Monumentos, Obra de creación libre y Trofeos y Medallas, y cerca de 500 dibujos, algunos de ellos se realizan en grabados, con 4 de la Serie Lorquiana de 1972 se hacen 100 carpetas con 4 grabados cada una “Mi recuerdo de la Barraca de Federico García Lorca” y con 3 Formas abstractas de 1976 se hacen tres series de 33 grabados cada una, todos suman 500 grabados.

En 1996 José Luis Chicharro, director del Museo Provincial de Jaén organiza una gran Exposición Antológica de su obra en el Museo Provincial, donde expone 38 obras de creación libre. Ésta exposición fue el reconocimiento de su tierra Jaén a una vida dedicada a la escultura. De Jaén, la exposición itinera a Granada donde da una conferencia en la Universidad sobre La Barraca y además le imprimen un librillo con el texto que él había escrito “Recuerdo del Teatro Universitario La Barraca”. A estas exposiciones en Jaén y Granada les siguieron más Homenajes como el nombramiento en 1998 de “Jiennense del año de las Artes” por el Diario Jaén, el Homenaje de la Asociación de Actores a los Supervivientes de La Barraca en la Residencia de estudiantes de Madrid o la concesión, el 18 de julio de 2009, de la Medalla a las Bellas Artes Juan Cristóbal en la modalidad de Escultura de la Real Academia de Bellas Artes Nª Señora de las Angustias de Granada.

Mi padre tuvo la suerte de dedicarse a la profesión que le gustaba y poder vivir de ella. Era asombrosa la facilidad y las facultades que tenía para modelar, también para el dibujo. Nunca le faltó trabajo como escultor y los muchos encargos que tuvo no le impidieron hacer una importante colección de obras de creación libre.

Estos diarios también aportan documentación muy valiosa de su actividad en el cine o en el teatro, como actor o como director de escena hasta octubre de 1959, cuando deja definitivamente el teatro y se dedica exclusivamente a la escultura. A estas actividades mi padre no les daba ninguna importancia, a pesar de haber hecho actuaciones relevantes con la Compañía Nacional de Teatro, que dirigía Luis Escobar, o con el Teatro de Cámara, que dirigía su hermano Modesto, y de haber dirigido representaciones de gran responsabilidad y con mucho éxito con la Compañía Nacional del Teatro Español Universitario de enero de 1952 a octubre de 1955, o con la Compañía del Teatro de la Zarzuela en 1958 y 1959. Para él sólo tenía importancia y trascendencia la experiencia que vivió, junto a su hermano Modesto, siendo estudiante con La Barraca de Federico García Lorca, llevando el teatro clásico español por todos los pueblos y ciudades de España, de 1932 a 1936, recuerdo que mantuvo vivo hasta su muerte.

Mis padres, antes de casarse, alquilan un pequeño apartamento en José Marañón, 3, donde mi padre monta su primer estudio de escultor, a pesar de tener este apartamento se quedarán a vivir con los padres y hermanos de mi madre, en Martínez Campos, 17, ahora 19. En este pequeño apartamento, además de realizar mi padre sus primeras esculturas, como escribe en su diario, disfrutarán de cierta intimidad y también harán frecuentes reuniones con sus hermanos y amigos. En 1950 compran un chalet en la calle Mantuano, 32, donde se construyen dos grandes estudios para mi padre y donde trabajará en obras de gran formato. Allí nos iremos a vivir la familia en octubre de 1959. Su vivienda y estudio definitivo sería en la Urbanización Molino de la Hoz, a 8 kms. de Las Rozas, en pleno campo, donde mis padres construyen, entre 1973 y 1977, una casa con un gran estudio sobre un proyecto original del arquitecto Antonio Espinosa, en 1978 la familia se traslada a vivir allí y mi padre será feliz en esta casa donde podrá trabajar tranquilo y disponer mejor de su tiempo. Sus casas unidas a sus estudios fueron en realidad sus refugios, allí era feliz en la intimidad de su trabajo y con la familia cerca, lo que él más apreciaba. Otro lugar importante en su vida era su pueblo, Santisteban del Puerto, en Jaén, allí acudía con frecuencia siempre que se lo pedía su hermano Luis o el Alcalde Marcial Medina, para hacerle algún encargo. Hizo gran cantidad de obras para su pueblo y la mayoría de las veces desinteresadamente.

Su familia era lo más importante en su vida, en primer lugar su mujer, Ana, a la que adoraba, bella, inteligente, serena, equilibrada que le aportó la estabilidad necesaria para poder desarrollar su profesión de escultor con cierta tranquilidad, mi madre se ocupaba de organizar la casa y de la economía familiar; sus hijas, Ana y Lola, y más tarde mi hijo Jaime, que supuso una gran alegría en sus vidas. Mi padre siempre estaba pendiente de las actividades de todos nosotros y dispuesto a dar un sabio consejo y ayudar si lo necesitábamos. De estos diarios he recogido infinidad de apuntes sobre nuestras vidas, que han sido muy valiosos para completar mi autobiografía “Bosque de recuerdos” y también para mi hermana completar datos de su biografía. La otra parte de su familia, su padre Jacinto y su madre Lola, segunda mujer de su padre, que siempre ejerció de madre ejemplar sin hacer diferencias entre sus hijos y los hijos del primer matrimonio de su marido, sus hermanos, Modesto por la afición y actividad teatral que les unió siempre desde su aventura inolvidable con La Barraca, Luis porque representaba el cordón umbilical con su querido pueblo Santisteban del Puerto, y Augusto y Mari Lola por la ternura y cariño que siempre les unió. En su memoria llevaría el recuerdo imborrable de su hermano Andrés, músico genial, fallecido en 1935 a la edad de 9 años.

A pesar de tener el soporte de una familia feliz, mi padre siempre echó en falta el cariño y el calor de su madre, Juana Cátedra, y el no haber tenido la oportunidad de disfrutar de ella unos años, ya que su madre Juana muere de parto en 1919 cuando él tan solo tiene 5 años y medio.

En estos diarios ves lo fundamental que fue su padre en su vida; su maestro, su mentor, su amigo, su mejor consejero y siempre una persona entrañable y bondadosa con él. En 1940 empieza a trabajar con su padre en su estudio de Felipe V, aprendiendo todo el entramado de la difícil profesión de escultor. Su padre también le da consejos cuando empieza a modelar sus primeras esculturas en 1943. Después de morir su padre en noviembre de 1954, se ocupa de terminar las obras que él había dejado sin acabar, como Los Monumentos a Martínez Montañés y Almendros Aguilar o el Cristo del Perdón, entre otras. En enero de 1963 se inauguran a la vez, en Santisteban del Puerto en Jaén, el Monumento a su padre que él proyecta, con dos obras de su padre y la Cabeza que él le hizo, y el 1º Museo Jacinto Higueras, en el que mi padre restaura y patina todas las obras que se exponen. En 1977, en el centenario del nacimiento de su padre, modela la Medalla del Centenario y realiza el Monumento a Jacinto Higueras que se inaugura ese año en Jaén, con la cabeza que él le hizo. Cuando se crea el Certamen de Escultura Jacinto Higueras en 1975, en Santisteban del Puerto, mi padre irá cada año como jurado y se encargara de realizar el Trofeo y las Medallas para el Certamen haciéndose él cargo de los gastos de fundición. Siempre estuvo dispuesto a colaborar desinteresadamente en cualquier acto relacionado con su padre. En cada entrevista que le hacían hablaba de la admiración que sentía por él como escultor, como persona y lo importante que fue su padre en su formación como escultor.

Mi padre se adaptaba con facilidad a cualquier circunstancia que surgiera en su vida, lo demuestra cuando poco después de contraer matrimonio, en octubre de 1942, deciden liquidar la Fábrica de Juguetes Pipilín, en la que mi padre era responsable de crear y realizar juguetes y donde tenía un sueldo fijo, y al quedarse sin trabajo su suegro, Horacio, le ofrece un puesto como agente de la Casa Domecq y sin dudar mi padre acepta este trabajo tan alejado de sus ideales y al que dedicará las mañanas sin faltar un solo día durante 7 años dejando las tardes libres para su profesión de escultor.

Aunque a él le gustaba la tranquilidad y la intimidad de su casa y su estudio, mi padre tuvo que vivir una vida social intensa, por su profesión de escultor y por el ambiente donde vivía; por un lado su padre escultor y Académico de Bellas Artes, su madre Lola violinista muy relacionada con el mundo de la música, su hermano Modesto director de teatro y su hermana Mari Lola concertista de arpa; por parte de mi madre, su cuñada Lola cantante, empresaria teatral y fundadora del la Escuela Superior de Canto y del Coro Nacional de España, su cuñado Horacio escritor y su cuñada Maruja pintora, además de sus hijas, Lola, historiadora, conferenciante y Directora Técnica del Museo Naval de Madrid y yo misma, cantante de ópera y concierto y Catedrática de Canto, y más tarde su nieto Jaime, artista multidisciplinar, compositor, pianista, pintor etc. Con todas estas actividades artísticas e intelectuales en su entorno, mis padres tenían que acudir casi a diario a conferencias, exposiciones, conciertos o representaciones teatrales además de acudir regularmente a las tertulias de intelectuales y artistas del Café Gijón en compañía de us hermano Modesto o su cuñado Horacio. Cuando se fueron a vivir a Molino de la Hoz, mi padre con los años se fue retirando poco a poco de intensa esta vida social y terminó refugiándose en su casa de Molino de la Hoz y en su estudio.

La lectura de estos diarios demuestra la personalidad generosa, comprensiva y altruista de mi padre, siempre dispuesto a ayudar a los demás, aunque le robaran parte de su tiempo. Jamás presumía o se vanagloriaba de los éxitos o logros que había conseguido en su vida, que habían sido muchos, todo lo hacía de forma natural y sin darle importancia. Nuca hacía crítica de nadie ni siquiera en circunstancias adversas o injustas. Seguía adelante su camino sin mirar a un lado ni a otro, a mí me solía decir antes de salir a cantar, “hija, ponte las orejeras como los borricos y mira hacia adelante”. Se alegraba de corazón de lo bueno que le pasaba al prójimo y no conoció la envidia ni el rencor. Era una persona bondadosa, positiva, alegre, con gran sentido del humor a quien le gustaba la vida tranquila, familiar y sencilla.

Me gustaría terminar este escrito recordando una reflexión de mi padre escrita en media cuartilla en 1933 y que siempre que la leo me emociona: “Tengo 19 años; con toda la serie de inquietudes que esta edad siembra en mí espíritu. Lo que más me preocupa a mí en el momento actual es el futuro; ese futuro lleno de hojarasca y del polvo que vela lo desconocido. Soy un ser pacífico, admirador de la belleza y sus más secretos encantos. Hacia lo material y todo el enrevesado laberinto que el engranaje de la sociedad con sus múltiples prejuicios encierra, mi espíritu no guarda la menor atención. Esta cualidad me ha llegado a alarmar tanto, que a veces he llegado a creer que vivo en el limbo. Del dinero puedo decir que desconozco su verdadero valor, a pesar de que nunca he conseguido tener en mi bolsillo más de una peseta en calderilla. Este soy yo espiritualmente. De lo físico más vale no hablar”.

 

Aquí puedes descargar el pdf de la biografía cronológica